Figura 1. Retinografía a color donde se observa la hialinización de los vasos temporales inferiores de ojo derecho, indicando una oclusión arterial crónica.
Figura 2. Angiografía fluoresceínica de ojo derecho donde se aprecia la oclusión arterial temporal inferior y la presencia de colaterales en diferentes tiempos de la fase venosa: 24 segundos
La oclusión arterial de la retina sintomática es una urgencia oftalmológica que requiere una evaluación inmediata. Se trata de una obstrucción de la circulación sanguínea que puede ser causada por un émbolo, vasculitis, traumatismo de la pared del vaso o un espasmo. En la zona de isquemia retiniana se produce una pérdida de visión. Esta patología está asociada a una alta morbimortalidad cerebral y cardiovascular. Algunos pacientes presentan ictus isquémicos silentes y simultáneos, por ello se recomienda la realización de una analítica de sangre con hemograma, recuento de plaquetas, coagulación, VSG, proteína C reactiva y hemoglobina glicosilada; un electrocardiograma y un ecocardiograma si precisa; una resonancia magnética o un TAC craneal; y una ecografía doppler de los troncos supraaórticos o angioresonancia magnética o angioTAC de las carótidas.