Retinografía color en la que se observan tanto algunos exudados algodonosos como exudados duros, junto con hemorragias en llama acompañando las fibras nerviosas en el polo posterior.
Retinografía color del ojo adelfo con hallazgos similares, y en la que son evidentes signos oclusivos con cruces arteriovenosos francos, y la formación de telangiectasias secundarias.
Angiografía fluoresceínica, donde se observan cierres capilares, microaneurismas, telangiectasias, fuga capilar.
La retinopatía hipertensiva es una manifestación ocular de la enfermedad hipertensiva sistémica, caracterizada por cambios vasculares en la retina que resultan de la presión arterial crónicamente elevada. En la retinografía, los hallazgos típicos incluyen estrechamiento generalizado de las arteriolas retinianas, cambios en la relación arteriovenosa, cruces arteriovenosos patológicos (signo de Gunn), y en estadios más avanzados, hemorragias retinianas, exudados algodonosos y edema de papila.
Estos cambios se clasifican comúnmente según la escala de Keith-Wagener-Barker. El manejo de la retinopatía hipertensiva implica el control estricto de la presión arterial para prevenir la progresión de los daños retinianos y mitigar el riesgo de complicaciones asociadas, como el edema macular y la neuropatía óptica isquémica.