En la retinopatía diabética no proliferativa, los hallazgos en la retinografía incluyen microaneurismas, pequeñas dilataciones en los vasos sanguíneos; hemorragias retinianas en forma de puntos o manchas; exudados duros, que son acumulaciones de lípidos y proteínas; y áreas de engrosamiento retiniano debido a la acumulación de fluido (edema macular). Estos cambios son indicativos del daño vascular causado por la diabetes y pueden ser monitorizados mediante exámenes regulares de fondo de ojo para evaluar la progresión de la enfermedad.